CH Esplugues - CH Vilanova Hipersimply. 34-22 (CM)

Demasiada diferencia en el marcador para lo ocurrido en la pista.


El colider de la clasificación recibía en su pista al Hipersimply, a priori debía existir una importante diferencia entre ambos equipos, el nuestro con la gran mayoría de jugadores de primer año y el Esplugues todo lo contrario y con una buena técnica.

Las instrucciones de Sergio Gallart a sus jugadores antes de comenzar el partido fueron muy claras y concretas, actitud. Y eso fue precisamente lo que faltó en algunos momentos del juego.

La estrategia era sorprender al rival con una intensidad y concentración en el juego , valiente y atrevida. En los primeros minutos, los azules mantuvieron el marcador igualado y sólo el desacierto en disparos de seis metros permitieron a los del Baix Llobregat a irse poco a poco en el marcador.

La diferencia física , sobre todo en corpulencia y altura, la contrarrestaban los de Vilanova a base de rapidez y buenos desplazamientos de balón que les permitían conseguir buenas posiciones.

La primera parte finalizó con un 17 a 11 , en los tres marcadores electrónicos de la pista del impresionante pabellón/complejo deportivo que existe en Esplugues , algo de puro lujo comparado con las mayormente modestas instalaciones de nuestra ciudad.

El segundo periodo arrancó de forma desastrosa por parte de los vilanovins , ya que sufrieron hasta cuatro contraataques consecutivos que acabaron en gol , aún así a lo largo de los treinta minutos fueron restando algún gol de la diferencia existente , pero si tenemos que comentar algún punto de mejora relevante debemos de volver al tema de la actitud en el terreno de juego.

Un equipo es un grupo de jugadores totalmente solidarios entre si y comprometidos con el éxito del conjunto. Todos ellos deben de dar el máximo durante toda su intervención en el partido.

Destacaron en la portería tanto David como Arnau, el primero realizó una primera parte muy completa y con excelentes paradas y en la segunda Arnau tuvo que soportar una floja defensa y varios contraataques, explotando sus mejores cualidades en un uno contra uno en el que paró dos balones consecutivos a quemarropa. En la continuación de la jugada el árbitro pitó penalti y Arnau volvió a despejar el balón, lo que generó uno de los mayores aplausos de la grada.

JUAN LUIS BIRLANGA